martes, 23 de junio de 2015

Naúfragos en la Angustia

Pulso sin latido,
leve y pobre intento
en una persecución de vida.
Soledad toda, cegada a la luz
y sumida en un silencio, madeja de reverberación 
en cuenco, angustia o deseo incompleto.

Esa inquietud que brota de los arcanos 
del alma y rompe las esquirlas de la realidad,
búsqueda toda de espacio, cuando la presión 
es insoportable.
Es en esa actitud, donde se encuentra
el hilo mortalmente herido 
del desasosiego y deseamos salir
del reducido rincón  de nuestro cuerpo,
porque el aire está viciado y cuesta respirar.

El corazón no cabe en el pecho y las ideas
naufragan.
Nada se puede hacer cuando el sótano se inunda
y no sabemos salir, la angustia pesa tanto
que nos hundimos irremediablemente,
tan sólo la mano de un naúfrago
puede salvar a otro naúfrago.


Escrito en Junio 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz".

No hay comentarios:

Publicar un comentario