jueves, 11 de junio de 2015

Bilbao por Siempre Eterno

El gris es en su rostro enjuto,
una seña de identidad, el entrecejo,
que su carácter le define,
duro y recio como el hierro forjado
en sus fábricas, de temple y origen.

Espada fluvial hacia el Abra 
y albergue entre verdes laderas,
azuladas, bajo los últimos rayos de Sol
de la tarde.

Txirene y fanfarrón, canturreando
en las siete calles, txikitero de pro
y amigo de sus amigos. 
 
Entrañable al fin y socarrón en su humor,
cambiante siempre por la modernidad
y sin embargo fiel a sus colores.
Rojo como su corazón y el óxido,
que el mineral dejó en sus entrañas
Y blanco aún, sincero y abierto,
gabarra donde todos los sentimientos
pueden navegar en sus venas.

Vena o ría, que baña sus céntricos barrios,
abierta al mundo, que asombrado 
contempla su risa y la voz viril y aguda
del txistu, al compás del tamboril.

Bilbao de todos y de ninguno,
carácter y empaque señorial
y a la vez, “ Tan de andar por casa".
Bilbao, promesa y recuerdo,
entre el azul y el gris,
el fuego y el agua.
Ancestral y moderno, siempre único y eterno,
insignia rojiblanca, prendida en los corazones.

Escrito en Junio 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz".

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