viernes, 26 de julio de 2019

Desde el humilde barro 

Si Dios creó desde el limo
su más grande creación,
tan sólo presta atención...
¿Porqué puso tanto mimo ?

A la materia grosera
obsequió un soplo de vida,
después de crearla, cuida
su alma y la considera...

Digna de inmortalidad
y así, a su fiel semejanza,
lo sopesa  en su balanza
y crea su realidad.

Prueba si su material
mantiene en si su firmeza,
si usa bien su cabeza
para evitar todo mal.

Pero al darle libertad,
sin antes haberla asumido,
traiciona su cometido
y este ser trae la maldad.

El ser humano es traidor
y sabiendo que es eterno,
pierde el temor al infierno,
negando a su creador.

Dios le concede el perdón,
pero no olvida ese daño
y bajándole un peldaño
le quita al humano el don.

Como ya no es inmortal
y a Dios le hubo negado,
para borrar su pecado,
volverá a su barrizal.

Y al comenzar desde abajo,
para alzarse en lo divino,
arduo será su camino
en el esfuerzo y trabajo.

Escrito en Julio 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

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