lunes, 17 de mayo de 2021

Palparé con mis manos la llama de tu espíritu.

Me hablas de la felicidad en la ausencia 
del roce de tus labios o el tacto de la piel,
que acaso ignoras.
Tal vez pienses, que la espiritualidad 
se encuentra en la vida retirada del eremita,
pero...¿Cómo vivir sin esa conexión 
que produce el éxtasis divino, en el beso 
o en el cruce de miradas, entre personas 
que beben de la misma fuente de amor?.


¿Cómo hallar esa chispa divina, si no nace
en nosotros el deseo de comunicar 
nuestra ardiente llama de amor,
para que jamás quede extinguida?.
Reconocerse en los demás, es crecer
en todas las dimensiones posibles
del ser humano.


En la proyección que nace en nuestro corazón
hacia otros corazones, hallamos 
que nuestra soledad, sólo muestra la visión 
que de nosotros, alcanzamos para nuestro
propio descubrimiento.


Explorar otros corazones y otras mentes,
es desarrollar la capacidad de amar,
para conectar y expandir la misma esencia 
que nos hace únicos e irrepetibles,
formando un mismo espíritu en un cuerpo 
de esferas celestes que conforman 
la unidad.


Escrito en Marzo 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





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