cuando ha sentido su huida
y la clavícula hundida
le priva de tal derecho?.
¿Quién con ala desplumada
podrá de nuevo volar,
si no puede levantar
ni siquiera su mirada?.
¿Quién ha de robarle un beso
a la muerte enamorada?
La vida no vale nada,
si yaces inerte y tieso.
Un momento de congela
y es en esa eternidad,
carente de actividad,
cuando el tiempo se rebela.
Y así, por inadvertido
en esa quietud ignota,
ese segundo se agota
en la memoria perdido.
Escrito en Mayo 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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