domingo, 2 de mayo de 2021

¡No temas espartano!

Mis manos se enredan entre los hilos 
que otros tejen y trato de evitar el marasmo 
que se se está produciendo 
en mis articulaciones.


No pararé de hablar, porque hay mucho
que decir y excepto Ulises, todos los demás 
tienen caracolas marinas adheridas 
con cera de abeja, en sus oídos.


¡Retirad los óbolos de vuestros párpados!
No iréis al Paraíso, y esta nave sólo 
os conducirá al inframundo.
La fe ciega y los óbolos en vuestros párpados,
sólo consiguen que no veáis las aguas 
en las cuales se mueven vuestros destinos.


Destinos decretados por los éforos, 
con el consentimiento enajenado 
de Cleómedes.
El poder por su peso, se hunde en el barro,
pero nos está arrastrando a su mismo final,
debido a las gruesas cadenas de nuestros
temores y supersticiones.


Escrito en Mayo 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






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