que se presentan en mi vida.
Me río de cara al público, espectadores
a los cuales engaño con mi puesta en escena
y mi teatro, porque la tristeza no desea
abandonarme.
A veces me siento morir un poco cada día
y recurro al humor, como bálsamo
y al maquillaje perfecto de una sonrisa,
esbozada sin la fatiga de sentirme
mortalmente solo y triste.
Hay quien dice que me ama
y miente descaradamente. Es divertido
hallar esas falsedades, que caen
por su propio peso, entre las orillas
de mi boca, al sonreír.
Estoy muchas veces solo,
pero me he acostumbrado y hasta me soporto,
sin juzgarme demasiado…
para eso, queda el resto del mundo,
aunque ni hago caso, ni sigo sus consejos.
Escrito en Mayo 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz".
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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