sigue el curso que conoces, y ya sabes,
no hay cerrojo, sólo tú tienes las llaves,
porque están en tu carisma y en tu instinto.
No hay disfraz, ni necesitas ocultarte,
si te muestras como eres, convencido,
porque nadie te dará, aún por vencido,
si en tu empeño, conseguiste levantarte.
No eres nadie, que resulte tan ajeno,
a su propia realidad, porque estás fuerte,
convencido de quien eres, y por suerte,
de un acopio de certeza, estás muy lleno.
Eres tú y tu grandeza es asumible,
porque nunca ha de bajar tus energías,
atómico señor de cetrería
serás un prendedor, un imperdible.
Depredador del tino, en la constancia,
venciendo todo atisbo de pobreza,
pues brota en un instante, en tu cabeza,
el fruto que destruye la ignorancia.
Escrito en Diciembre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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