jueves, 29 de diciembre de 2022

No hay analogías entre versos.

No hay analogías entre versos, son hermanos
de distintos padres, nacidos de distintos 
úteros mentales.
Los hay castos o lúbricos, deslizándose 
hasta descender a los infiernos, para rescatar 
a la bella Laura, a petición de Petrarca.


Los hay que adulan la virtud, como camino 
para alcanzar el cielo, pero nadie se atreve 
a contrariar la idea del vicio, pues es su interior 
se desarrolla la fuerza, para vencer 
la servidumbre a las virtudes, impuestas 
por decreto moral.


Se trata de defecar sobre un vestido de novia 
y orinar en una pila bautismal, rompiendo 
la mojigatería de los dogmas, basados 
en el temor a las llamas eternas.


Saquemos un ojo con una cucharilla
al lascivo, que atenta contra la libertad sexual 
de su pupila o cercenemos el cuello altivo,
de quien se cree que está más alto 
que los demás.


No, no hay  analogías entre los versos,
ni entre las vidas, porque nadie es igual a otro,
ni los cadáveres huelen igual en las capillas,
que en los cementerios.


Escrito en Diciembre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






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