Ignorante es el que piensa
penetrar la superficie,
sin una causa, que inicie
el motivo que dispensa.
El fondo de una cuestión,
debe de tener la hechura,
basada en la arquitectura,
cuya base es la razón.
No servirá la ocasión
para hablar, si se socava
con la verborrea brava,
que termina en discusión.
Pues antes de discutir,
hay que observar los errores,
si somos justos, señores,
el error se ha de admitir.
Con calma, tomar la silla,
sentarse y poner atención,
pues no tiene más razón,
el que se exaspera y chilla.
Escrito en Diciembre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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