lunes, 12 de junio de 2023

En el ojo de la tormenta.

Cae un relámpago sobre la roca inerte,
desprendiendo agujas de luz, en medio 
del estruendo.
Huele a azufre y el aire se arremolina,
tomando cuerpo con el polvo de la tierra.


Se aprietan los dientes, ante el temor 
y los cielos adquieren un gris sólido,
emulando la densidad del plomo.
Acaso temamos una  caída vertiginosa 
de las nubes o esa cortina de agua,
formando una pared, ante nuestros ojos.


Tierra y cielo en conflicto, venablos de luz,
que como martillos golpean las conciencias 
dormidas, en las oquedades más recónditas 
del interior de la “Vieja Madre”.


Una misteriosa mano agita y eleva en gigantescas crestas, las olas del mar
y los pueblos pesqueros, quedan anegados 
bajo sus aguas.
Se lloran la pérdidas humanas, ante el furor 
de la tormenta. Llegada la calma, la tierra 
abrirá sus entrañas, para colmarnos 
con los frutos de una azarosa siembra.

Nadie pudo jamás, detener el pulso 
de la Naturaleza.

Escrito en Junio 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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