en aras de una ilusión,
el latir de un corazón,
ser el agua cuando llueve.
Ser motor de un sentimiento,
que, en dos pueblos hermanados,
se sientan realizados,
viviendo un solo momento.
En que un único latido
sea el compás de sus vidas
y que sus viejas heridas,
se queden en el olvido.
Que en idénticos empeños
todas sus aspiraciones,
sientan que en sus corazones
comparten los mismos sueños.
Que no somos diferentes,
la misma sed es saciada,
por el agua proyectada
que mana en las mismas fuentes.
Escrito en Marzo 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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