en la riqueza de tu pensamiento,
esa fidelidad sutil, que el sentimiento
desea en el poema perpetuar.
Extenso, como lo es el ancho mar,
sincero, confiando que en sus alas
se alberguen con sus más preciadas galas,
las notas de un magnífico juglar.
El verso que nos puede enamorar,
lleva la savia dulce de tu amor
y así, ya convertido en trovador
se empieza en su cantar a declamar.
Por su belleza quedará en testigo y prenda,
la nota, que en el aire suspendida,
ha de llevar el ritmo de tu vida,
creando con tu voz…una leyenda.
Escrito en Marzo 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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