hay un espacio silente
que no se palpa, ni siente,
ni se conoce o se nombra.
El asombro en la consciencia
es la cruda realidad,
que en esa notoriedad,
subyace en toda presencia.
Y su hueco es el vacío,
de aquello, que siendo pleno,
dejó de sentirse lleno
en algún lugar sombrío.
El vacío es plenitud
de algo que fue contenido
y por saber, es sabido
por su velada actitud.
Luz en la penumbra hiriente,
plenitud que nos asombra,
cuando la luz en la sombra
es relámpago incipiente.
Claridad desde la mente
que llega hasta el pensamiento,
la vida es sólo un momento
y su huella es trascendente.
Para quien viviendo, siente
que su propia realidad,
es de una fugacidad,
que en la duda se presiente.
Escrito en Marzo 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario