jueves, 28 de marzo de 2024

Las calles vacías.

Bajo la dura escama, baja rodando 
la frágil lágrima con toda la sal de una océana 
soledad, mecida entre vaivenes de melancolía.


Se aprietan los dientes,
 como queriendo morder el vacío 
y una brizna de hierba se abre un hueco 
entre los dientes. Tras las celosías, se guardan
las miradas que huyen de los rostros impávidos, porque su realidad se distorsiona 
en todos los espejos cóncavos.


El suelo agrietado sobre el que pisamos,
lleva las cicatrices de los transeúntes 
y en cada calle vacía, se escucha el clamor 
de un silencio ajusticiado por la barbarie 
de una voz desgarrada entre las cuerdas 
de un frágil cuello, que aún permanece 
erguido como un signo de interrogación,
que se desliza desde la alacena, hasta 
los insondables límites de nuestra memoria.


Escrito en Marzo 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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