son brazos, que por yertos y por fríos,
no sienten el calor, que del estío
recojo con amor entre mis brazos.
Comprendo una actitud de negación,
si sientes, que después de haber perdido,
te queda ese último latido
que quieres mantener con ilusión.
Ni falsas actitudes en aprecio,
tan sólo como único pretexto
de ser la única flor, en ese tiesto
que arrojas a la calle con desprecio.
Pero se ha de saber, si estás amando,
que el riesgo en desamor siempre es latente
y siega la ilusión, por incipiente,
cuando el temor a amar se va acercando.
Así se ha de saber, que es peligroso
vivir, porque la muerte siempre ronda
voraz, como en la selva, la anaconda
que habita en el profundo Mato Grosso.
Amar en esta vida es arriesgado,
podrá ofrecer la gloria o la condena,
la vida con amor vale la pena,
al menos y a saber...¡Lo has intentado!.
Escrito en Noviembre 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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