sábado, 2 de noviembre de 2019

Otra realidad, otra forma de vida

La abstracción, la vorágine que arrastra todo.
Pluma de fuego, que surgiendo
de los infiernos, aniquila todo rastro de vida.
El No-Ser en perpetuo imperativo,
para regenerar otra experiencia de vida
sin fracturas.

Borrar toda existencia, para crear una nueva.
Sin etiquetas, sin una esperanza inalcanzable,
que cuelgue del árbol de nuestros deseos.
Sin odio, sin amor de alquimia
y en estado puro, brillando en la totalidad
del universo, como realidad creada
y manifestada.

La abstracción en la implosión creativa
del alma primigenia, sin contaminar
por vanos instintos o esa necesidad
que creamos, para ser esclavos
de nuestra falta de ingenio y consciencia.

Morir si hace falta, hasta vencer la muerte
y demostrarnos a nosotros mismos,
que la materia  es el eslabón que nos une
a la miseria.
Que somos fuego de estrellas y éter
en expansión, y que Dios no habita en el cielo,
ni en ninguna de nuestras casas.

Buscamos en la profundidad de los abismos
del firmamento, aquello que habita
en nosotros mismos.

Escrito en Noviembre 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".




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