domingo, 3 de noviembre de 2019

Sin levantar la vista.

Se perdió la candidez
y el significado de las palabras con la violencia
de una tarde, cuyo sol fue una tortura
en la razón, ignorando un crepúsculo
que no aceptamos.

Se perdieron las tibias gotas de lluvia
sobre una hoja, que fue pisada
por nuestra indiferencia.

Nunca hubo un motivo para la violencia y observo
que la  violencia ha matado a la razón.

Los niños no juegan, no crean, no inventan
mundos imaginarios y dulces.
Se amargan y marchitan
detrás de una pantalla que les muestra
sólo violencia, como si la vida se tratara
de un videojuego.

Violencia para sobrevivir, como un castigo
para llegar al día siguiente.
No hay risas infantiles en las calles,
ni ternura entre padres e hijos, y lo peor
es que los tallos se secan antes
de reverdecer.

No sé, tal vez ya no queden más primaveras
que celebrar, ni más vida detrás
de las pantallas de los ordenadores, tableta
y teléfonos móviles.

Escrito en Noviembre 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".





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