las calles, sino nuestras almas.
Limpiar todas clases inmundicias
que recogemos de las calles de este hogar,
que llamamos mundo.
Estamos en la última etapa del cambio,
en el ascenso o el irremediable descenso
hacia nuestro origen más remoto
y desaparecer como un virus más,
de la superficie terrestre.
No necesitamos más promesas, ni gurús
salvadores, que crean nuevas religiones,
sino orientar nuestros esfuerzos, en la labor
de crear un nuevo mundo, más habitable
y mejor.
Es labor de todos. Cada uno pondrá
un adoquín, tan fuerte y sólido
como pueda ser su voluntad.
Rescataremos ilusiones, sepultando
todos los prejuicios que nos impiden
movernos libremente en armonía,
con nuestras mejores ideas.
Sé que no es fácil, pero este es
nuestro momento, es nuestro tiempo
y se va agotando.
La cuenta atrás comienza...¡ Ya !.
Escrito en Noviembre 2019 por Eduardo Luis Díaz."zuhaitz ".
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