en un nuevo horizonte.
Atrás quedaron los días tristes de lluvia
y angustias, el dolor de una despedida,
cuando ya no merece la pena perder más
el rumbo y en un amplio mar se divisan
en lejanía, otras tierras por explorar
y nuevas ilusiones con cada día que amanece.
Uno se hace hoja de otoño, pero aún
queda savia en el interior y antes de ser
sorprendido por la muerte
en cualquier esquina, hallaré la felicidad
para reverdecer una vez más
y mantener encendida mi luz interior,
antes de la llegada del invierno.
No sé del destino, pero veo un camino
largo y pedregoso. Así que cogeré
la flor de la vida, antes de que se marchiten
con ella, todas mis ilusiones.
Soy y estoy, pienso permanecer firme
ante las tormentas que me puedan asolar,
penetrando por mis ventanas abiertas,
enfriando mi soledad y mi silencio.
Escrito en Noviembre 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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