miércoles, 13 de octubre de 2021

Lágrimas de Cera.

La sal toda, derrite la cera enquistada,
que surca el rostro en la tristeza.
Los ojos naufragan desbordados 
y un dolor añejo y olvidado, retorna 
para habitar el pecho  y liberarlo 
de la angustia.


El amor deja posos visibles en el alma,
cuando  nos abandona y marcha lejos,
con cada suspiro exhalado.
No, no es la soledad la que tortura al corazón,
sino la ausencia  que nos absorbe la alegría,
al producirse un vacío inexplicable.


No sé si es el  destino o la suerte, 
la que  engendra  el dolor y se siente 
la pérdida irremediable de aquello 
que nos permitía franquear lo imposible,
logrando caminar a ciegas en la oscuridad,
guiados tan sólo por la luz de una gran dicha 
y esperanza.


Escrito en Octubre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





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