martes, 12 de octubre de 2021

Un día para nosotros.

Sobre el rocío perlado de la aurora
o la hierba mecida dulcemente, 
acaricio las horas sin prisa, con la calma
de quien quiere atrapar entre sus dedos,
esa ternura inusual y tan necesaria.


Deseo abocar mis labios sobre los tuyos 
y sentir en un beso, el amor en estado líquido,
fluyendo desde tu lengua a la mía.



Prolongar en ese éxtasis de dulzura, 
ese momento y estrecharte entre mis brazos,
con la calidez del rubor que enciende 
tus mejillas o ese pálpito candente, 
que de tu cuerpo emana, para mitigar 
la pasión que enciende mis anhelos, 
al contemplar tus ojos llameantes,
brillando en la penumbra.


Te amo y te guardo en mi pecho,
mientras tus pechos rozan mi piel,
con la tibieza de pétalos acariciados 
por un sol vespertino,
 antes de la caída de la tarde, sobre un lecho 
de azuladas montañas.


Escrito en Octubre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





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