amaste sin sentido, sin prejuicios
y nunca has obtenido beneficios,
pues nadie resultó jamás ileso.
Arde el alma entre todas las miserias
y has creído en el amor, con tal paciencia,
que pensabas en su grata providencia
y reías, cuando son cosas muy serias.
Obtuviste un reflejo, un espejismo
y perdiste la razón, también el norte,
porque fuiste el bufón de una gran corte,
te olvidaste en un instante de ti mismo.
El amor no fue real, y por tu euforia.
recreaste ante ti, un escenario
y te fuiste convenciendo que, a diario,
la podías mantener en tu memoria.
El telón de este teatro, fue bajando,
no hubo aplausos, no hubo reconocimiento,
que pudiera acuñar un sentimiento
y el amor se fue muriendo, agonizando.
Está claro que, se vive en la ilusión
y el amor produce fiebre y calentura,
se termina tu razón, en la locura
que nos dicta nuestro propio corazón.
Escrito en Septiembre 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

No hay comentarios:
Publicar un comentario