Toda tu vida pasa por delante,
con un perenne y grave interrogante
de dudas que te harás sobre ti mismo.
Es como verte solo y asombrarse,
como reconocer ese guarismo,
que queda siempre al márgen de uno mismo
y acaba uno por acostumbrarse.
Es como proyectarse en una escena
que por nueva, nos resulta fascinante,
sentir que tiene magia cada instante
y estás entre la gloria, o entre la pena.
Saber que este guión no ha sido escrito,
por eso, ahora vives con la prisa,
se ignora, y por ello se precisa
vivir, como exhalando un solo grito,
rompiendo la espesura de la duda,
al ser o parecer protagonista
y ver que todo cambia en años vista,
que no es, sino el destino que se muda.
Que cambia de guión, y se interpreta
ese nuevo papel de asignación
y así, sin percatarnos del guión,
comienza una andadura hacia la meta.
La línea que dibuja nuestra vida,
termina cuando ya no queda nada,
la vida se concluye, interpretada
y sobre el escenario, es abatida.
El drama o la comedia, es la medida
que en cada escena vives y lo asumes,
como eres buen actor, siempre presumes
de hacer un buen papel sobre tu vida.
Tu vida es esa obra, y representa
la acción que se destaca en sus guiones,
dando lugar a nuevas emociones,
o al menos se procura ¡Eso se intenta!.
Al fin, con la bajada del telón,
te queda por saber, si has actuado
conforme al guión que te han dejado
o sólo fue una triste decepción.
Escrito en Septiembre 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

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