el viento sopla fuerte y llueve ahora
y en estas soledades, colabora
la sombra de una triste decepción.
Cuando se ha destruido la semblanza
de todo lo que hayamos construido,
no queda, ni el más mínimo sonido,
que colme en mis oídos, mi esperanza.
Tan sólo escucho el trueno en esta historia,
o acaso un rayo inerte en mi recuerdo,
no sabes lo que duele y cuanto pierdo:
Un trozo de papel en mi memoria.
El fruto en la amistad, es esa honesta
palabra, que define un compromiso,
conozco el terreno, en donde piso,
aún queda la esperanza, y no me cuesta
abrir el alma entera, si confío.
Si eres merecedor de esta premisa,
debes considerarlo ahora, sin prisa,
antes de que te venza el desvarío.
Pues libremente vaga por la boca,
fluyendo en tu palabra, si perdura,
nuestra amistad mantiene su estructura,
si el curso en su caudal, no se equivoca.
Y así, sin una arista o aspereza,
nuestra amistad saldrá fortalecida,
y el vínculo ha de durar toda una vida,
pues fueron muchos años de firmeza.
Escrito en Septiembre 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

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