echar la vista atrás,
vivir en el pasado.
y volver a pisar
las huellas que has dejado.
Romper o destrozar
el tiempo que, inherente
se pierde en el presente,,
sin nada que objetar.
Eso es, morir un pco,
perdiendo la cordura,
porque en esta aventura,
te sientes como un loco.
Vuelves al subterfugio
de aquella candidez,
que hubo en la niñez,
como único refugio.
Nos falta ese valor
coraje y alegría,
para enfrentarse al día
desde nuestro interior.
Y celebrar la vida,
aún en los días grises
o visitar países
de cálida acogida.
Vivir en cada instante,
con una decisión,
que haga, que el corazón
tenga un pulso brillante.
La línea de la vida
es la recta infinita
y en ella resucita
la voluntad perdida.
En ella recuperas
las ganas de vivir
porque puedes morir,
cuando menos lo esperas.
Escrito en Septiembre 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

No hay comentarios:
Publicar un comentario