jueves, 25 de septiembre de 2025

Las flores del deseo y del amor.

Triste es el corazón, si siempre mora
en una soledad que le limita,
aislado por temor, su vida imita
el paso desgastado en su demora.


Un tiempo que se mece en el letargo 
y pierde así, las mieles del deseo,
no sabe disfrutar, por eso creo 
que vive con su pena, un trago amargo.


El néctar de la vida es el amor 
y brota una caricia, como brisa,
que se debe sentir, mas no con prisa,
pues crece como el pétalo en la flor.


Y lentamente, el tiempo te concede
el fruto del tesón, por tu paciencia,
pues del amor, no se conoce ciencia,
que guíe hacia el lugar, donde procede.


Es como fina lluvia, que te empapa 
el alma, y una vez que te has mojado,
comprendes que ya estás enamorado 
y prendes esa flor en tu solapa.


Si vives ese amor, habrás triunfado,
al dedicar tu vida a un sentimiento,
que gozas, como un nuevo nacimiento
feliz, porque en tu alma habrá brotado.

Escrito en Septiembre 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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