que por vivir se consumen
y en un instante resumen
toda su pasión y ardor.
Bajo un cielo que se espera,
viviendo en una ilusión,
presuroso el corazón,
deja lágrimas de cera.
Y en su sueño, por hermoso,
no advierte, que por soñar,
cuando vaya a despertar,
dejará de ser dichoso.
Así de fugaz se entrega
el amor, cuando amanece,
mas cuando el día perece,
su luz se extingue y no llega.
Se muere en un trago amargo,
mientras se va oscureciendo
y el ánimo va cayendo
en el sopor del letargo.
Pero más vale vivir
un instante en el amor,
que no amar, porque el dolor
es semejante a morir.
Escrito en Abril 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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