pasan desapercibidos.
La mente ocupada, se entretiene en resolver
absurdos cotidianos y pierde la atención.
Ese milagro pasa como un veloz rayo de luz
y su destello es tan sólo un parpadeo.
Todo lo que brota, nace o fluye, debiera captar
nuestra atención, porque hay momentos
que son irrepetibles y todo lo que sucede,
termina por desembocar en el olvido,
si antes no lo guardamos en la mágica alacena
de nuestra memoria.
Escrito en Abril 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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