creando marejadas en mis ánimos.
Como una ola vas creciendo y elevándote,
con el viento a tus espaldas y el sol
brillando en tu mirada.
Esplende la luz en tus adentros y agitas
las densas aguas de mis emociones dormidas.
Sueño con imposibles, porque la ilusión
es lo único que mantiene vivo mi espíritu.
Van cayendo las hojas de otoño
y en el almanaque quedan los días que aún
no ardieron en la hoguera del tiempo.
La belleza de lo efímero, es todo lo que bebo
para saciar mi sed de infinito
y en el crepúsculo observo la última caricia
de un rayo de sol, sobre el cuerpo agreste
de las montañas, perfilando azules
bajo un cielo extasiado en rojo apasionado,
minutos ante de que aparezca la luna
con su hoz plateada, para segar el día
y abrir su negra pupila a los sueños
más hermosos.
Te amo en cada recodo de mi alma
y cuando te contemplo,
brota una música lenta, que va creciendo
al ritmo que marca cada latido de mi corazón.
Escrito en Abril 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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