y de ternuras.
Destilo en mi alambique, lo que el corazón
sangra cuando ama y así lo transformo
en dulce miel, que en la boca se deshace
por el contacto de un beso.
En mi red, he atrapado a la cálida brisa,
para tejer con ella caricias sobre tu piel
y de tu aliento he obtenido el enigma
que se esconde en cada uno de tus suspiros.
He captado en mis pupilas, el destello
de los más hermosos amaneceres,
para que cuando despiertes cada mañana,
veas mis ojos brillar en una adoración
sin eclipses y puedas vivir un día
pleno de luz y de dicha.
Escrito en Abril 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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