jueves, 30 de noviembre de 2023

Me tengo a mí mismo.

Nada quiero atesorar y todo tengo
y es tan sólo por la ausencia, que contemplo 
que yo habito en un descuidado templo,
descuidado porque en nada me prevengo.


Nada quiero, al descubrir que mi virtud,
es saber cuándo y cuánto necesito,
cuando debo alzar mi voz y dar un grito,
cuando debo silenciar esta inquietud.


Nada llevo, ni tampoco nada tengo,
con la vida que me toca, me ilusiono,
pues también de vez en cuando, me emociono 
y a la vez en mi camino, me entretengo.


Nada tengo, no me insistas, no me pidas,
lo que tuve, ya no está, no existe ahora,
llegas tarde, te ha vencido la demora,
siempre puedes obtener lo que decidas.


Nada tengo, y en verdad, ya nada ansío,
voy fluyendo en el camino que he trazado,
tras mis huellas, sin saber el resultado,
pues ignoro en el sendero, su desvío.


Nada tengo y sólo sé que es lo que quiero:
Un espejo que refleje mi verdad,
yo soy yo y también mi realidad,
en la cual me reconozco y me reitero.


Escrito en Noviembre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




No hay comentarios:

Publicar un comentario