me devuelva tu sonrisa,
pero te fuiste despacio,
con un brillo de topacio,
como siempre, sonriente
y te marchaste sin prisa.
En mi soledad, ausente,
eres viento que divisa
el cielo y su gran espacio,
ocultándose reacio,
terco en su empeño y silente,
transformado en dulce brisa.
Siento tu débil latido,
perenne, pero intangible,
tu voz, flota en un vacío
que lleno, porque confío,
sabiendo que aún no has partido,
pues eso es muy discutible.
Es tan sólo, que he perdido,
toda tu forma visible,
salgo de mi desvarío,
me alejo de lo sombrio
y escucho el suave sonido
de tu voz ineludible.
Habitas mis pensamientos
porque en mi, sigues viviendo,
tu vida la estoy sintiendo,
flotando en mis sentimientos.
Escrito en Noviembre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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