que porta la antorcha de luz sobre
su cuerpo níveo.
Las orillas cubiertas de ramaje,
donde la búsqueda es lo inaudito,
lo no reconocido, en esa ocultación
de temerosa resolución a no mostrarse,
ante la evidencia de su descubrimiento,
ante la avidez de unos ojos deslumbrados
o perjuros de la belleza.
La sombra, proyección hacia lo absurdo,
cuando la claridad hiere la intención,
al escudriñar todo secreto,
celosamente guardado en la profundidad
de lo ignoto.
No se pertenecen, ni siquiera en el roce
de sus aristas, en el abismo de la entropía
y al parecer, son amores en la distancia,
que se complementan
en los diferentes ángulos de una realidad
colmada de divergencias.
Escrito en Marzo 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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