de las últimas flores primaverales,
mientras las gotas de lluvia, golpean
los cristales de mis ventanas.
Mi corazón se sumerge en la melancolía
y en mi interior, suenan las notas
de un piano triste.
Mis ojos se llenan de lágrimas,
como sumergidos en un lago de olvidos,
que acoge en el fondo de su lecho,
a las almas que son atrapadas
por una carnívora pena, hambrienta
de angustias.
La esperanza yace bajo una fría losa,
que va pesando cada vez más sobre el ánimo
y nos abandonamos, siendo arrastrados
por las convulsas corrientes de nuestras
emociones.
Escrito en Marzo 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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