Sin hojas, con las ramas temblorosas
por la agitación del viento y el frío
de las agujas de hielo sobre su mórbida
carne lacerada.
No me preguntéis sobre el secreto
de la existencia. Tal vez, la consciencia
sea el alma inmaterial de las cosas.
Tal vez, el crepúsculo sea la respuesta
a tantos amaneceres, en los que abrimos
los ojos a nuevas perspectivas.
Orondo el tiempo, va rodando.
Cuerpo todo, que devora nuestro aliento,
en la intimidad de un temor no declarado,
pero presentido.
Tal vez, acaso la sorpresa inesperada
nos reserve una última dádiva,
con la que justificar una vida improductiva,
fuera de los márgenes de una felicidad,
supuestamente real, en la memoria detenida,
durante la introspección de un viaje
sin ruta trazada y sin retorno posible.
Escrito en Diciembre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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