martes, 12 de diciembre de 2023

Sin apenas luz en la penumbra.

¡Detén la luz brillante y enciende una vela!
Lo hicimos y las sombras huyeron 
por los rincones, mientras el humo acusaba
nuestra presencia con una levedad 
de furtiva caricia, antecesora de una traición 
declarada.


Rodaban las esferas sobre el empedrado 
pavimento y las horas eran seccionadas 
de un tajo por las saetas del reloj de la sala.
En las calles, la lluvia murmuraba algo 
entre dientes de metal y un carruaje 
rompía el silencio con el chirriar
de los ejes de sus ruedas desengrasadas.


Sonaron las campanas en la torre 
de la vieja iglesia y la tarde enmudeció 
ante la llegada de una noche oscura 
y sin estrellas.


Nunca supe porqué la oscuridad es densa
e impenetrable, ni porqué la tristeza 
se tiñe de azul, cuando la nostalgia 
deja un rastro cárdeno sobre las cicatrices 
del alma.


Escrito en Diciembre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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