lunes, 25 de diciembre de 2023

Pesadilla en un cementerio.

Las ninfas se enredan los cabellos
 con las raíces que emergen 
de los cementerios vacíos.
Vomitan la tierra que no pudieron tragar 
durante su estancia en los infiernos,
en compensación con su lívida muerte,
en una fosa húmeda y fría.


Sus huesos descarnados, fueron picoteados 
por los buitres del destino final, mientras 
un coro de ángeles ciegos, rasgaban 
las cuerdas de sus liras, con las yemas 
de los dedos ensangrentadas.


No cabían dos monedas en las cuencas vacías 
de su calavera y el castañear de sus dientes,
recordaba las notas solemnes 
de un piano triste, en el instante 
en que la noche permite a la luna, mostrar 
su luz mortecina.


En el candelabro, las velas lloraban su pena
de cera incendiada, dejando un espermático
rastro de blanquecinas lágrimas.
La muerte tuvo un acceso de tos, provocado 
por una risa convulsiva y sin ganas.
Su desayuno lo tomó frío y a oscuras,
con apenas una tibia luz en el hueco 
de un panteón vacío.


Escrito en Diciembre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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