viernes, 23 de diciembre de 2016

Incontenible luz ardiente

El rojo pesa desde el cielo,
sobre el azul tenue del frío,
suave, atemperado en el brío,
con sus escamas sobre el suelo.

Agonizante, la luz merma,
después del aro circundante
y muere el cielo, claudicante,
ante una tierra muda y yerma.

El rojo es sangre y pesadumbre,
en una vida desgranada,
madura en la última hornada,
entre el rescoldo de la lumbre.

La luz proyecta en el camino,
dorados hilos o cabellos,
dejando un único destello,
en los rediles del destino.

Pesa el rojo con su insistencia 
de febril y cálida constancia,
con ansiedad en abundancia 
que devora su incontinencia.

Escrito en Diciembre 2026 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".

No hay comentarios:

Publicar un comentario