con palabras de fuego,
la promiscuidad del silencio
El quejido es la demanda de romper,
un trozo de vida, para crear un momento,
en que la atención es el centro
de todas nuestras expectativas.
La muerte es muda, porque nadie nos escucha
desde la otra orilla.
Palabras con la fuerza, que engendra
la rabia de ser silenciados o ignorados.
Valor de ley y tratado, donde la honradez
se sella con un apretón de manos.
La lengua proyecta en palabras, el eje,
donde gravitan todos los pensamientos
y crecen en la consecución de afianzar
todos los pensamientos en los cuales creemos.
Mis manos están vacías, para poder llenarse,
de todas las ilusiones que compartimos
y despertar de este mundo aturdido.
Todas las voces suenan distintas, pero todas tienen un propósito.
Las murallas caen ante la fuerza de la palabra convencida y la voz proyecta
la firmeza de nuestras resoluciones.
Escrito en Diciembre 2016 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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