martes, 20 de diciembre de 2016

Libertad de platos vacíos

En un plato vacío, sólo caben
las miradas y todos los extraños ruidos,
con que el hambre demanda
el alimento necesario.

En los balcones se cuelgan todas las esperanzas 
y el aire se lleva los aromas frescos
de la inocencia.
Los recién nacidos, huelen a vida reciente
y carne parida en la inocencia.

Todos creen que es un buen momento,
para contemplar la belleza inaugurada,
de una sonrisa, que estrena horizonte,
en el camino de la vida

Una madre muestra sus pechos,
llenos de leche y amor,
ante una desdentada boca
y unos ojos, ávidos de imágenes
y conocimiento.

Se rompen las cuerdas que sujetan
los destinos y una vez más, la libertad,
huele a sangre reciente.

Escrito en Diciembre 2016 por Eduardo Luis Díaz."zuhaitz ". 

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