miércoles, 24 de abril de 2019

Castillo de naipes 

No quiero besos como moneda de cambio,
ni esa palmadita de cumplido
sobre la espalda, si luego he de sentir
el frío acero de una traición,
 de entre los que amé y dijeron amarme.

La peor muerte no es sentir la propia,
sino la de aquellos que mueren en ti
y desaparecen de tu escena.

Es triste, es una pena o falta de empatía
imaginar que te ofrecen un cuchillo
para trocear una tarta y compartir.
Lo has asido por la hoja y entonces...
tiran de él, cortando tus manos.

Creemos en la amistad hasta que nos hieren
y se derrumba el castillo de naipes,
que formaron el juego de vida entre personas.
Entonces, se agota la luz en su último destello
y el agua se evapora cuando ya
no nos quedan más lágrimas.

Escrito en Abril 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

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