lunes, 1 de abril de 2019

Un vástago de luz cabalga sobre la grupa de los caballos.

Los corceles buscaron las amplias llanuras,
libres sus llamas al viento, crines bermejas
de radiante color.

Ojos y nubes impregnando una pupila
que destila la lágrima cautiva
y ese pronunciar abismos infranqueables,
por el hecho de admitir los márgenes
no sellados por la austeridad
de una cerca de madera,
abatida por el golpe de los cascos,
en busca de esa libertad que nace
de todo esfuerzo, convirtiéndose
en recompensa.

Cabalgando con el viento sobre la grupa,
sin estribos y con los ojos derramados
sobre un amplio horizonte,
hecho sol en una última promesa,
al revocar el cielo de amarillo y bermellón.

Azul rabioso en los senos de las montañas,
que ya olvidaron las nieves de Marzo,
para florecer en un vástago de luz y pétalos...
¡Nuevamente!.

Escrito en Abril 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz ".


No hay comentarios:

Publicar un comentario