Acaso todo sea una profunda herida,
por donde respira la vida.
En las venas abiertas del río discurre el agua
sobre un caudal de mineral estruendo
y gotas de cristal, que a la luz descompone
en Arco Iris.
Se rompe el cielo nocturno al rasgar el día
al alba y el sol va sangrando su herida
en su recorrido, hasta agonizar
y sucumbir de nuevo, al embrujo
de un cielo de ébano cuajado de estrellas.
Se abre el vientre de una madre,
para dar paso a la vida que se engendró
en su cuerpo.
Se llora y sufre, como premonición
a la dureza que supone la supervivencia
cada día.
Todo es ruptura bajo un cielo que se abre
y descarga la lluvia con la ira del relámpago
y la profunda voz del trueno.
Todo es ruptura, para componer de nuevo
la vida sobre el tapiz de nuestros sueños.
Escrito en Abril 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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