jueves, 4 de abril de 2019

El vértigo de vivir 

Morimos cada noche y resucitamos
cada mañana...sin embargo tememos
el último sueño.
Yo sé que la ilusión es sólo apariencia,
también el brillo que damos a nuestra vida,
para que no nos resulte tan triste o tan gris.

Es más fácil negar a Dios, que dar fe
de su existencia. No podemos demostrarlo,
pero si sentirlo en nuestras vidas.
Así que sólo nos queda la certidumbre
de lo incierto.

Si luchas, que sea por la paz.
No amases tu gloria
con las manos manchadas de sangre.
No arranquéis el acero
desde los nervios enfermos de la tierra,
pues toda victoria huele a sangre, pólvora
y a ruido de sables, llevando sus cadáveres
en hombros y convirtiendo las banderas
en vendas ensangrentadas.

Camina recto y con honor, los espinos crecen
en caminos pedregosos, no transitados
y acaso el destino sea el final de cada camino
que trazamos en las rutas de nuestras vidas.

Quien intenta arbitrar las conciencias ajenas,
tal vez pierda su propia conciencia,
porque hoy somos lo que somos,
porque arrastramos lo que fuimos, para ver
lo que podemos llegar a ser.
Que duda cabe de que la razón se genera
cuando despertamos
del sueño de la inconsciencia.
Es por ello que deseamos el vértigo
que supone vivir, ignorando la calma
que pueda ofrecernos la muerte.

Escrito en Abril 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".


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