viernes, 24 de mayo de 2019

Aún persigo esa verdad

Soy tan sólo un proscrito,
por todo lo que ya he escrito.
Más de una vez condenado,
por pecar de confiado.
Nunca me he sentido libre,
aunque en mis ansias, aún vibre.

Nunca busqué otra meta
que llegar a ser poeta.
A veces surge la angustia,
cuando siento mi alma mustia.
Tuve una infancia en Abril
y una juventud febril.
Aquél hermoso retoño,
vino a morir en otoño.

Creyendo poder amar,
pronto me dejé engañar.
Puedo vivir sin amor
un soportable dolor.
Si la vida es un desierto,
viviré después de muerto.

Quien proclama una alabanza,
te ha de clavar una lanza.
Tú me mientes por costumbre,
sin otra luz que te alumbre.
Y no me hables del destino,
no seas falso y cochino.

Nadie sabe del futuro,
porque es profundo y oscuro.
Creo más en el presente,
es lo que vivo y se siente.

Aún persigo esa verdad,
entre la mediocridad.

Escrito en Mayo 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario