sobre una mesa vacía.
Caen los párpados y el ímpetu que impulsa
mi vida. Se proyecta un descenso de luz
y en la penumbra, las formas empequeñecen
en relación con su entorno.
Las abejas con su zumbido, vuelan bajo
besando las flores primaverales
y caen las últimas gotas de rocío bajo el sol.
Resbalando como gota de vino
al borde de una copa, mi mirada baja
recorriendo tu cuerpo desnudo,
con la intención de beber tu imagen
y guardarla entre mis sueños más ocultos,
allá donde todo misterio aletargado,
espera una mano que acaricie
sus cabellos, como suspiros que se prolongan
sobre un pecho extasiado, que se agita
preso en tu contemplación.
Escrito en Mayo 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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