miércoles, 1 de abril de 2020

Amar en la ternura.

Una brizna de hierba verde y fresca,
una gota cristalina de rocío,
eso siento con tu amor ¡Cariño mío!
y así calma mi pasión de ardiente yesca.

Un beso sobre el labio reposado,
la caricia que me eriza el alma entera,
suficiente para quien amor espera,
cuando amando, el corazón tiene entregado.

Es sentir ese fluir del claro arroyo,
o aspirar el dulce néctar de la brisa,
es la calma que sosiega toda prisa,
en la cual mi corazón busca su apoyo.

Por febril, la juventud se desespera,
pues buscan al amar, celeridad,
con calma se disfruta, y en verdad,
más grato es el encuentro con la espera.

Amar no es devorar como una fiera
los labios de tu amada, y si lo haces,
la magia del encuentro se deshace
y es de razón vital, que así se muera.

Amar es cocinar a fuego lento
y hacer que se disfrute del cariño,
volviendo a la inocencia, como un niño,
besar con suavidad a cada intento.

Escrito en Abril 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


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