la vida es un instante, un momento
sin peso ni volumen, vano intento
que fluye en la memoria y no se adhiere.
Secuencia, que en un tiempo pasajero,
al rito del azar nos entretiene,
huye con la premura con que viene,
dejando sus aromas, lisonjero.
Conoce su destino y por su suerte,
intenta aprovechar sólo un despiste,
tomando su obviedad igual que un chiste,
para caer en brazos de la muerte.
Todo aquello que emana, porque fluye,
apenas deja huellas por sus cauces
escapa de la muerte y de sus fauces,
jamás se detendrá, por eso huye.
La brevedad es tiempo no vivido
y si es vivido no se reconoce,
escueto al consentir que se destroce,
segundos que en la historia se han perdido.
Todo lo que ha nacido, así perece
y encuentra al detenerse su latido...
que tiempo en la memoria retenido,
es tiempo que en la vida se merece.
Escrito en Abril 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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