domingo, 5 de abril de 2020

Pasión y Muerte.

La blanda superficie de la realidad
se halla espolvoreada con virutas de hierro
y una vez alterado el reflejo puro del agua,
se extiende y propaga en el aire, el hedor fecal
de nuestras miserias.

La hemorroide se inflama al permanecer
en una pasiva y estática postura
y los ojos se cierran con presión,
mientras caen las caracolas sin voz,
en un insondable mar oscuro
de pestañas con herméticas cerraduras.

Los gusanos devoran la quietud
de un tiempo improductivo,
ante las huellas calientes de la última frenada.
Lentamente se prosigue la marcha,
en una balada triste, hacia los dobleces
del hálito de cada existencia.

Los tintes han cambiado, al igual que el sonido
con el que creamos la música.
La sangre y los lamentos ocupan un espacio
que fue invadido por la incredulidad
de una gravedad, que se ceñía
como corona de espinas
sobre nuestras frentes.

Escrito en Abril 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".


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